- Sin consensos, sin acuerdos, con dos bandos claramente marcados en el pleno, un texto partisano y ultraconservador, que genera más críticas y dudas que certezas. Así terminó su trabajo de casi cinco meses el Consejo Constitucional.
- El lunes 30 de octubre se realizó el último pleno. Empezó pasadas las 10:30 horas y se prolongó por más de siete horas, porque todos los consejeros (50 en total) y los comisionados (24 en total) tenían derecho a seis minutos para hablar. La lista fue larga, todos se inscribieron, y hablaron los 74 participantes de este segundo proceso.
- Fueron horas de discursos que reflejaron la realidad de lo que fue, de principio a fin, este segundo proceso constitucional: palabras de buena crianza, pero una ausencia grave de entendimientos concretos, dos bloques enfrentados y cuestionamientos cruzados.
- La derecha una y otra vez hizo una defensa a ultranza el texto, hablaron de aportes, su superioridad en comparación a la Constitución actual, pusieron el acento en su tenor ciudadano y aseguraron que contribuye tanto al progreso económico como a fortalecer la seguridad del país. A tono con la estrategia comunicacional de las últimas semanas, insistieron en la necesidad de cerrar definitivamente y ahora el tema constitucional, y acusaron de intransigencia a la izquierda para explicar la falta de acuerdos políticos.
- El consejero UDI, Edmundo Eluchans: “Nosotros en Chile Vamos pretendimos ser un punto de encuentro entre las izquierdas y republicanos, hoy con un dejo de decepción digo que no pudimos lograrlo, no fuimos un puente, no obstante, la cantidad de disposiciones que fueron aprobadas por unanimidad, porque acuerdos en temas complejos donde tenemos posiciones distintas con todos, han sido pocos (…) la disposición de las izquierdas a llegar a entendimientos se dilucidó en la comisión de expertos”.
- El oficialismo, en tanto, habló del fracaso del proceso, de que el texto es malo, que está mal hecho, que no se redactó en base a acuerdos, sino imponiendo una mayoría circunstancial, que es una propuesta dogmática, partisana, que solo recoge una mirada política, moral y económica a la imagen y semejanza del ideario político de Republicanos y Chile Vamos.
- El comisionado PS, Gabriel Osorio, advirtió que “la manifestación de la voluntad soberana estará amarrada a una moral, a un modelo, a una visión de la sociedad, hecha sobre la base del miedo a lo diferente, al miedo al otro, al miedo a la diversidad, el miedo a la complejidad (…) todo queda amarrado y bien amarrado. No es una que nos una, no es una hecha con amor por el otro, por el prójimo. Nunca pensé que diría esto, porque nunca lo imaginé, pero hoy hay un texto peor que la Constitución vigente, y es que se someterá a plebiscito. Es un deber republicano señalar que no se puede aprobar un texto que sólo excluye y que asegura inestabilidad política, económica, judicial y lleno de errores y horrores. Hay cosas que, estando mal hechas, sencillamente, no se pueden arreglar”.
- Cuando llegó el momento de la votación, el resultado fue el que se sabía, sin sorpresas: Republicanos y Chile Vamos votó en boque a favor (33 votos) de la propuesta íntegra de nueva Constitución, mientras que todo el oficialismo (17 votos) lo hizo en contra.
- Tras eso, al borde de las 19:30 horas, la presidenta del Consejo, Beatriz Hevia, tocó la campanilla y dio por cerrada la sesión del pleno. Hubo aplausos y abrazos entre los consejeros de derecha. El oficialismo miró en silencio sin nada que celebrar.
- Desde ese mismo lunes, casi como efecto dominó por la aprobación formal del texto final, se comenzaron a decantar las posiciones de los distintos sectores políticos con miras al plebiscito de salida del 17 de diciembre.
- Tras la insistencia en que se pronunciara sobre el tema, en el marco de su visita a la VIII Región esta semana, el Presidente, Gabriel Boric, precisó que lo que le corresponde al Gobierno “es garantizar el éxito del proceso en sus términos procedimentales, y eso no les quepa duda de que lo vamos a hacer con toda responsabilidad y el deber que nos cabe”.
- A reglón seguido, confesó que está preocupado, porque “se cometieron errores que se cometieron en el proceso anterior y, en ese sentido, el aprendizaje no fue integrado como todos hubiésemos esperado, como lo han señalado diversos actores de la vida política y de la vida social chilena. Acá no hubo una propuesta ni de cerca de ser de consenso. Finalmente, se impuso la mayoría circunstancial en el Consejo; tal como la vez anterior, se impuso una mayoría circunstancial y lo que hemos aprendido como sociedad es que justamente las mayorías en temas que tienen que ser de largo plazo no pueden ser circunstanciales, sino que tenemos que pensar más a largo plazo, y desgraciadamente, eso no fue tomado en cuenta desde nuestro punto de vista”.
- El miércoles 1 de noviembre, el Parido Socialista sacó una declaración pública anunciando que “está en contra de la propuesta del Consejo Constitucional que se someterá a plebiscito el próximo 17 de diciembre”. Su presidenta, Paulina Vodanovic, precisó que este proceso contó con el “apoyo decidido de nuestro partido, confiando en que sería una instancia de verdadero diálogo”, agregó que vieron con “esperanza” el anteproyecto que elaboró la Comisión Experta, pero que “la imposición de los consejeros representantes de la mayoría, en particular del Partido Republicano, nos hizo perder esa esperanza, introduciendo normas identitarias y fortaleciendo el Estado subsidiario en el texto final”.
- Si bien falta la decisión final de la Junta Nacional, convocada para este martes 7 de noviembre, el presidente DC, Alberto Undurraga, adelantó que ha llegado “a la convicción de que lo mejor para Chile es votar en contra” y que eso va a proponer a la máxima instancia del partido la próxima semana. Agregó que “el proceso, independiente del resultado (del plebiscito), se acaba el próximo 17 de diciembre. Si gana el En contra, como espero, cualquier modificación a la Constitución debe hacerse en el marco de reformas constitucionales. No con un nuevo proceso. Eso hay que tenerlo claro, porque el país requiere certidumbre”.
- Además, un equipo de constitucionalistas democratacristianos elaboró un documento oficial que concluye la relevancia de rechazar el texto constitucional propuesto por el Consejo. Fue firmado por los abogados Andrés Zaldívar, Jorge Correa Sutil, Elisa Walker, Juan Ignacio Alarcón, Javier Couso, Gonzalo García, Augusto Quintana, José Ignacio Núñez, Edgardo Riveros y Esteban Szmulewicz.
- En la misma línea, el PPD también hizo público un documento de su comisión constitucional -integrada por Jorge Insunza, José Antonio Ramírez, Pamela Figueroa, Nicolás Eyzaguirre, Eduardo Castillo, y los expertos Verónica Undurraga, Leslie Sánchez y Francisco Soto- que asegura que “la Constitución de Kast No Sirve, está mal hecha, retrocede en derechos y nos divide». Tras llamar a votar En Contra en diciembre, advirtieron que en derechos sociales y libertades individuales se verifica un retroceso; que se “mantiene la matriz antidemocrática de la Constitución de 1980″, y que, en algunas de sus normas, «esta propuesta es peor que la Constitución de 1980».
- Los partidos del Frente Amplio – Revolución Democrática, Convergencia Social y Comunes- también anunciaron su voto En Contra el 17 de diciembre. A través de un comunicado, explicaron que “son múltiples los elementos regresivos presentes en el texto que se nos propone, incluyendo el cerrojo constitucional a los abusos del sistema de AFP e Isapres, la mercantilización en la educación, el agua para unos pocos, la privatización del mar, prohibir el acceso al aborto en tres causales, la restricción de derechos de trabajadores y trabajadoras que se traducirá en peores salarios, la nula protección medioambiental, la liberación de presos por crímenes de lesa humanidad actualmente cumpliendo penas en Punta Peuco”.
- En la vereda del frente, Amarillos por Chile -liderado por el diputado Andrés Jouannet (ex DC)- se alineó con Chile Vamos y Republicanos y anunció que votarán a favor del texto constitucional en diciembre.
- En la misma línea, Demócratas, liderado por los senadores Ximena Rincón y Matías Walker, tomaron la decisión institucional de apoyar la opción “A favor” en el plebiscito. Explicaron, en un comunicado, que “el texto propuesto, en general, y conscientes de algunas imperfecciones, es un claro avance respecto a la Constitución vigente, y nos permitirá, por fin, contar con una carta fundamental gestada en democracia”.
- Si bien la derecha ha actuado como un bloque en todo el proceso, incluso logaron alinear a voces críticas en un momento como la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei (UDI), en los últimos días se han oficializado algunas disidencias: el senador republicano, José Manuel “Rojo” Edwards, y sus pares independientes RN, Juan Castro y Alejandro Kusanovic anunciaron que van a rechazar, posición a la que en los próximos días se sumarían parlamentarios como Gloria Naveillán y Gonzalo de la Carrera, el ex-PRI Enrique Lee, los ex-PDG Yovana Ahumada y Víctor Pino y a los integrantes del Partido Socialcristiano Francesca Muñoz, Sara Concha y Roberto Arroyo.